Las vistas al mar desde la habitación eran impresionantes. El ambiente era muy acogedor y todo estaba cuidado al detalle.

me sentí como si estuviera visitando a la familia, no he tenido ningún inconveniente

El desayuno en la terraza es delicioso, aunque el estacionamiento puede ser complicado en el hotel.

El desayuno al aire libre con productos locales resulta bastante generoso. La piscina, aunque pequeña, es muy limpia y ofrece un ambiente perfecto para relajarse.

El estacionamiento puede ser complicado, especialmente con coches grandes, y la carretera hacia Palma está llena de curvas, haciendo que llegar al hotel tome tiempo. Además, no hay entretenimiento para niños, la iluminación de la piscina es deficiente por la noche, y la comida es costosa en comparación con opciones cercanas. se reportan problemas de hormigas en las habitaciones y un ambiente que puede ser incómodo para las familias.

El desayuno en la terraza fue un festín de frutas locales, asombroso para empezar el día. Además, el jardín ofrece un ambiente mágico que invita a perderse entre sus árboles antiguos, y la piscina, aunque pequeña, es perfecta para un chapuzón relajante bajo el sol.

Lamentamos que no hubiera cena disponible, pero Estellencs está a un paso y hay lugares fabulosos para comer que vale la pena explorar.

a Vistas espectaculares
b Desayuno delicioso
c Ambiente acogedor

a Estacionamiento complicado
b Camino sinuoso hacia Palma

Vistas impresionantes desde la terraza.

Me encantó Sa Plana Petit, ¡es un rincón mágico! Las vistas son espectaculares y el desayuno en el jardín es una delicia. La piscina es pequeña pero perfecta para relajarse. Además, el ambiente es súper tranquilo, ideal para desconectar.

recomendaría a todos este lugar for una parada relámpago,

Encantador lugar, excelente desayuno, con una piscina pequeña pero muy limpia que ofrece un ambiente perfecto para relajarse después de un día de excursiones.

Todo ha sido magnífico.

El entorno es espectacular y la piscina, aunque pequeña, resulta encantadora para relajarse. Sin embargo, la experiencia se ve empañada por problemas como la falta de entretenimiento para niños y la escasez de iluminación en la piscina por la noche. Además, las opciones de comida carecen de variedad y los precios son excesivos para lo que ofrecen, lo que hace que la estancia no sea del todo recomendable.

Un lugar adorable con vistas impresionantes y piscina rodeada de olivos. Perfecto para relajarse después de un día de excursiones. El ambiente es súper tranquilo, ideal para desconectar y disfrutar del encanto del lugar.

Pero cuidado, el aparcamiento es un verdadero rompecabezas, digno de un concurso de inteligencia.

Un sitio para soñar!

Pasamos 2 noches geniales. Las vistas al mar desde nuestra habitación eran impresionantes, y el desayuno en el jardín fue una delicia. Lo mejor fue el trato del personal, siempre super amables. La piscina era un buen lugar para relajarse, pero a veces se llenaba un poco. Sin duda un lugar para volver.

una estancia encantadora, pero algunas mejoras son necesarias

La hospitalidad del personal es auténtica y te hace sentir como en casa. Las vistas desde la terraza son impresionantes y agregan un toque mágico a las mañanas. El entorno tranquilo es ideal para relajarse después de un día explorando.

El estacionamiento puede ser complicado, especialmente en temporadas altas.

El desayuno al aire libre es una maravilla, con productos locales muy frescos. La piscina, aunque pequeña, es un lugar ideal para relajarse después de un día de exploración. Las vistas desde la terraza son simplemente impresionantes, lo que añade un toque mágico a la estancia.

El estacionamiento puede ser complicado, especialmente cuando hay coches grandes. Además, el camino hacia Palma está lleno de curvas, lo que hace que el trayecto sea un poco largo.

Sa Plana Petit es un lugar increíble. El entorno es un espectáculo, junto al puerto y con vistas impresionantes. El desayuno al aire libre es delicioso y variado. La piscina, aunque pequeña, está siempre limpia y perfecta para relajarse. El personal es muy atento y hacen que la estancia sea aún más especial.

100% recomendable.

El ambiente en Sa Plana Petit es simplemente encantador. Despertar con un desayuno típico mallorquín en el jardín, rodeado de árboles antiguos y disfrutando de la vista al mar desde nuestra habitación fue mágico. La piscina, aunque pequeña, era el lugar ideal para relajarse después de un día de caminatas por el hermoso Valle de Estellencs.

Problemas con el estacionamiento.